Un grupo de líderes evangélicos brasileños se reunieron con el presidente Jair Bolsonaro para discutir la situación dentro del país con respecto al cierre de iglesias que han ordenado los gobernadores de cada región.
En el Palacio do Planalto – sede de la presidencia – Bolsonaro se reunió con los distintos pastores que han denunciado al Ministerio Publico sobre prohibiciones de cultos presenciales en las iglesias y un cierre total de ellas debido a la pandemia.
Silas Malafaia de Asambleas de Dios Vitória em Cristo, Estevam Hernandes de Renacer en Cristo y Abner Ferreira de Asambleas de Dios Ministerio de Madureira fueron algunos de los que participaron en la conversación con el presidente, donde criticaron las duras reglas que han impuesto cada gobernador o alcalde de sus ciudades.
Antes de iniciar, todos los presentes oraron y pasaron a pedir que las actividades religiosas como la reunión en cultos se considerara imprescindible dentro de la nación.
“Los pastores han visto enjuiciamiento de los fiscales contra las iglesias de una manera que nunca habían visto, lo que ha estado causando preocupación”, informó el sitio Gospel Prime en nombre de los líderes.
Son los gobernadores y alcaldes los que están encargados de hacer los planes de preservación de la salud de cada región, por esto ellos son quienes han impulsado el cierre masivo de las iglesias.
Otros líderes expresaron su decepción ya que el gobierno del país no está prestando todo el apoyo en las ciudades y sus iglesias.
Por su parte, Bolsonaro dijo que tanto las actividades religiosas y la económica son esenciales para todos en el país, pero según Gospel Prime, éste fue ignorado por las demás autoridades locales, quienes tienen el mando del Tribunal Supremo Federal.
Los creyentes dicen que estas restricciones ya no son un tema de salud, sino un tema político “de dictadura”.