Nicolás Maduro inauguró este jueves su segundo mandato presidencial ante el Tribunal Supremo de Venezuela, pese a que la Constitución marca que es el Parlamento el encargado de llevar a cabo la investidura presidencial. Lo hizo en medio de fuerte críticas de la comunidad mundial y manifestaciones de oposición a nivel nacional.
En la ceremonia solamente estuvieron cuatro presidentes: Evo Morales de Bolivia, Daniel Ortega de Nicaragua, Miguel Díaz Canel de Cuba y Salvador Sánchez de El Salvador. Todos ellos afines al socialismo del Siglo 21 que promueve el líder venezolano.
Sin embargo, Estados Unidos, la Unión Europea y la mayoría de los gobiernos de América Latina, desconocen a Maduro como presidente legítimo. Lo acusan de haber trastornado el proceso democrático en Venezuela y aseguran que las elecciones de 2018 no fueron libres ni justas.
El gobierno paraguayo anunció este mismo jueves la ruptura de relaciones diplomáticas con Venezuela en rechazo a la investidura de Maduro. El presidente Mario Abdo Benítez anunció el cierre de la embajada en dicho país y el inmediato retiro del personal diplomático paraguayo acreditado.
El pastor venezolano Georges Doumat, director del periódico Verdad y Vida dijo desde Venezuela que su país, “no tendrá un presidente legítimamente electo, por lo que, constitucionalmente la Asamblea Nacional debería declarar la falta del presidente, así asumiría la jefatura del Estado de manera provisional el presidente del parlamento venezolano”.
A nivel espiritual Doumat asegura que después de este mes jueves en Venezuela “la Iglesia, por mucho que quiera permanecer imparcial, tendrá finalmente que responder a su conciencia espiritual, cuéstele lo que le cueste”.
Doumat es uno de los pocos líderes evangélicos en Venezuela que se atreven a dar declaraciones con respecto a lo que pasa en su país a nivel político. El Consejo Evangélico de Venezuela, no emitió ningún tipo de comunicado o declaración ante la investidura de Nicolás Maduro.
Por su parte, un día antes de que Maduro asumiera un nuevo periodo de seis años, la Conferencia Episcopal Venezolana anunció que considera ilegítimo el gobierno por carencia de sustento democrático.
“La pretensión de iniciar un nuevo período presidencial el 10 de enero de 2019 es ilegítima por su origen, y abre una puerta al desconocimiento del Gobierno porque carece de sustento democrático en la justicia y en el derecho”, dijeron los obispos católicos.