Israel sostendrá una elección nacional sin precedentes el 17 de septiembre luego de que el primer ministro Benjamín Netanyahu no logró formar una coalición gubernamental en la Knesset [el Parlamento] antes de la fecha límite del miércoles por la noche.
Esta será la segunda vez que Israel celebra una elección nacional en un mismo año.
Justo antes de la medianoche del miércoles, la Knesset recién jurada votó para disolverse a sí misma.
La votación puso a Israel en aguas desconocidas, lo que provocó un desorden en el sistema político con una segunda elección inmediata en cuestión de meses.
En última instancia, Netanyahu fue incapaz de atraer al partido Yisrael Beitenu [del ala secular de derecha] del ex ministro de defensa Avigdor Lieberman, y a los partidos judíos ultraortodoxos.
El partido Likud de Netanyahu obtuvo 35 de 120 escaños de la Knesset tras las elecciones nacionales del pasado 9 de abril. Él necesitaba que tanto Lieberman como los partidos ultraortodoxos se unieran a su coalición para ganar la mayoría en la Knesset y mantenerse en el poder.
La disputa se basa en una ley que requeriría que hombres ultraortodoxos presten servicios en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Lieberman cree que los ultraortodoxos deben servir como todos los demás israelíes. Pero los líderes del partido ultraortodoxo creen que sus hombres deben ser excluidos del servicio militar como lo han sido desde la fundación de Israel en 1948.
Netanyahu señala que la falta de voluntad de Lieberman de inclinarse ante las demandas de los ultraortodoxos es la razón por la cual Israel va a tener que realizar una elección por segunda vez este año.
“Avigdor Lieberman está arrastrando al país a dos elecciones en cuestión de ocho meses debido a caprichos personales y a un intento por obtener algunos escaños más. Simplemente increíble”, dijo Netanyahu.
Lieberman acusa a Netanyahu de ceder ante los ultraortodoxos y se niega a comprometerse.