Un grupo de feministas radicales atacó una iglesia pentecostal en Tubinga el pasado 26 de diciembre, dañando el centro de culto y de conferencias con fuego y pintura.
“Rociaron espray violeta en la entrada del edificio, sobre un área grande, y quemaron el minibús de la iglesia que estaba aparcado en el estacionamiento del recinto”, explicaron desde la comunidad.
Posteriormente, la iglesia, llamada TOS, anunció que se limpió el lugar y que se mantienen los próximos servicios de culto.
La acción fue reivindicada en un foro de radicales de izquierda en internet por un grupo que se define a sí mismo como “célula autónoma feminista”.
Según dijeron, “utilizaron estas fechas de tranquilidad” para atacar una iglesia que consideran un “actor antifeminista suprarregional”. Las autoridades ya abrieron una investigación criminal de los hechos y cuantificaron los daños en 40.000 euros aproximadamente.
“Estamos en shock por este ataque, pero lamentablemente no nos sorprende, a la vista del creciente clima de hostilidad contra los cristianos evangélicos”, aseguró Guido Kasch, el pastor de la iglesia TOS en Tubinga.
“En los últimos meses hemos presenciado amenazas agresivas contra nuestra comunidad, especialmente de parte de la izquierda”, añadió el pastor.
“No vamos a permitir que esto nos detenga a la hora de continuar proclamando el mensaje de reconciliación del evangelio, a través de nuestros servicios semanales, nuestras comidas regulares para las personas necesitadas, o incluso nuestros servicios de fin de semana, a los cuales cualquiera es bienvenido. Al mismo tiempo, esperamos y oramos para que sea posible la convivencia pacífica y el discurso no violento de opiniones y perspectivas mundiales en Tubinga”, añadió Kasch.