En la provincia de Chubut, Argentina, el padre de un estudiante de doce años que asiste a una escuela de la ciudad de Comodoro Rivadavia, presentó a las autoridades de la institución un documento exigiendo que a su hijo no le den más clases de “educación sexual con base en los principios de perspectiva/ideología de género y diversidad sexual”.
El padre envió el documento citando la Constitución Nacional y Tratados Internacionales y aseguró que recurrirá a la justicia si se continúa exponiendo a su hijo a un “adoctrinamiento en ideología o perspectiva de género”.
Mediante el escrito, el padre le prohíbe a la institución que su hijo “presencie clases y/o exposiciones, o reciba material alguno sobre educación sexual con base en los principios de perspectiva / ideología de género y diversidad sexual, como ser la elección de género con independencia del sexo biológico de nacimiento, la experiencia sexual temprana, la masturbación, la exposición a pornografía, la incitación a experimentar diversas orientaciones sexuales, ni ninguna otra enseñanza carente de sustento biológico científico”.
El hombre exigió que se excluya a su hijo de toda exposición a contenidos sobre adoctrinamiento en contra los valores y tradiciones de los padres. Advirtió en su escrito que, de lo contrario, las autoridades de la institución —encabezadas por su directora, Graciela Mazzeo— serán sujeto de una denuncia penal y de las acciones civiles que correspondan.
El hombre pidió además que se le notifiquen los contenidos que impartirían a su hijo en materia de Educación Sexual Integral con la suficiente antelación
“Primero vulneraron los derechos como padre, porque dieron una clase en la que los alumnos tuvieron contacto entre sí porque alguien se los dijo. Mi hijo tiene 12 años, resulta que había un ejercicio en el que se tenían que dar la mano y un beso. Fue un beso en la mejilla. Primero no les dieron la opción a los chicos a no participar y segundo no me dieron la opción a mí como padre”, cuestionó.
En un comunicado oficial emitido por la dirección, el colegio aclaró que “la clase impartida es parte del Proyecto de Fortalecimiento de la Educación sexual, y que abordan temas como el grooming, bullying, diversidad sexual, consumo problemático y acoso”.
“Se enmarca en lineamientos institucionales de la ESI (Educación Sexual Integral), en lo establecido en la Ley 26150 y en las sugerencias propuestas en los Lineamientos Curriculares para la ESI”, explicaron desde el colegio.
Agregan que “la institución escolar entiende que la ESI es una responsabilidad que deben asumir las escuelas en el proceso de formación integral de niños, niñas y adolescentes”, y que esto se constituye como un “derecho inalienable de los estudiantes”. Remarcan que la educación sexual se orienta a construir “una sexualidad responsable que propicie el cuidado y la preservación del propio cuerpo” como también “las decisiones que cada uno adopte en este sentido”.
Consultada por Evangélico Digital, la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA) recordó que de acuerdo con el artículo 26 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, los padres tienen el derecho de elegir la educación de sus hijos. Asimismo, la Convención Americana de Derechos Humanos establece que los padres tienen derecho a que sus hijos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.
Christian Hooft, pastor y abogado del Consejo Directivo Nacional de ACIERA dijo que “con respecto a la Educación Sexual Integral (ESI) debemos considerar la concepción sostenida por la Organización Mundial de la Salud respecto de que la sexualidad se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser humano y que se expresa en forma de pensamientos, sentimientos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones”. En este sentido, agrega Hooft, “coincidimos en que la sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales”.
El representante de ACIERA recordó que “el derecho-deber primario de los padres a educar a sus hijos, no puede ser vulnerado por el Estado ni por cualquier otra institución, más allá de delegar ese derecho en otros educadores que complementen la enseñanza familiar”.
Para Hooft, “es inaceptable la exclusión de los padres en la educación de sus hijos, imponiendo de manera autoritaria conceptos ideológicos que contrarían los valores morales de las familias, sin ningún fundamento científico”.
Desde ACIERA animan a las autoridades educativas a “brindar un espacio de diálogo para la participación abierta de los padres en la educación de sus hijos”.
Por su parte la política y diplomática cristiana Cynthia Hotton, dijo a Evangélico Digital que es increíble como el avance de la ideología de género en los países latinoamericanos, particularmente en la Argentina, está limitando los derechos de los padres.
Con respecto a este caso en particular comentó que “no puede ser que los padres ya estamos hasta perdiendo la libertad de la educación de nuestros hijos… simplemente por este avance de una ideología que se está imponiendo”.
“Queremos que los padres tengan la libertad de educar a sus hijos con los valores que ellos sientan y que ellos compartan, que pueden provenir de su fe, de sus valores morales o culturales, no haciendo diferencia”, concluyó Hotton.