sexta-feira, abril 19Notícias Importantes
Shadow

Forzados a dejar su casa por su religión: La historia de Uriel y Adelina

En julio de 2019 cuatro evangélicos fueron desplazados a la fuerza de la aldea de Cuamontax Huazalingo, en el estado de Hidalgo, México, como resultado del acoso continuo que habían sufrido desde octubre de 2018 a causa de sus creencias religiosas. Uriel Badillo Lara y su esposa Adelina Simón Pozos se encontraban entre las personas obligadas a abandonar sus hogares. La organización humanitaria Solidaridad Cristiana Mundial habló recientemente con Uriel para conocer el efecto que esto ha tenido en su familia.

“Soy originario de la comunidad de Cuamontax, en el municipio de Huazalingo, Estado de Hidalgo, pero actualmente vivo en la casa de mi hermana en Atlaltipa Tecolotitla, en el municipio de Atlapexco, junto con mis padres, mi esposa y nuestro recién nacido”, explica Uriel.

Hay mucha discriminación por pertenecer a una religión diferente de la mayoría, especialmente en Hidalgo. La situación es difícil. Cuando eres una minoría religiosa, el gobierno no hace mucho para apoyarte.

Sí, en 2011 se prohibió a los cristianos entrar y predicar en mi comunidad. Con el paso de los años, las tensiones aumentaron; el 8 de noviembre de 2018 la comunidad nos cortó la electricidad y el 25 de noviembre nos cortaron el agua. Luego, el 28 de julio de 2019, mi familia y yo fuimos expulsados del pueblo… desde entonces se me ha prohibido el acceso a la comunidad.

Lo he denunciado al fiscal, pero el gobierno no ha hecho nada al respecto. El caso también fue presentado a la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas [Relator Especial de las Naciones Unidas], pero la respuesta del gobierno no abordó las cuestiones específicas planteadas. La discriminación contra nosotros continúa.

El coronavirus nos ha afectado mucho económicamente, y más aún porque no tengo un trabajo permanente. Aquí en México, hay bastantes restricciones, no podemos congregarnos en la iglesia, y en mi opinión, en la práctica, la garantía de “libertad religiosa” en México es a veces letra muerta.

Dios me dio un maravilloso regalo, el mejor diría, nos dio una hermosa bebé, y ahora tenemos la felicidad de ser padres. Debido a nuestro desplazamiento ya no somos reconocidos como miembros de la comunidad de Cuamontax y no pudimos registrar el nacimiento de nuestra bebé allí. En su lugar hemos registrado a nuestra bebé en el municipio de Atlapexco.

Nos gustaría poder volver a nuestra casa, y que cada individuo pueda elegir creer lo que quiera sin ser perseguido. Queremos que la gente no sea acosada para pagar las fiestas religiosas católicas que se celebran en México. Que la persecución en mi país termine, y que mi hija pueda elegir sus creencias con toda la libertad garantizada por la constitución mexicana sin que sufra discriminación o persecución.

Deixe uma resposta

O seu endereço de e-mail não será publicado. Campos obrigatórios são marcados com *

× Como posso te ajudar?