En Costa Rica el bloque de diputados del partido Nueva República presentó más de 500 modificaciones a un proyecto de ley que pretende sancionar los “crímenes de odio”. Los actuales diputados de Nueva República son todos de fe evangélica.
El proyecto fue presentado por el diputado oficialista Enrique Sánchez – quien es abiertamente homosexual – y apoyado por legisladores de otros partidos políticos. Pretende sancionar con penas de cárcel “las exclusiones fundamentadas en razones de orientación y preferencia sexual, sexo, nacionalidad, religión, opiniones políticas, entre otras”.
El excandidato presidencial y líder de Nueva República, Fabricio Alvarado, asegura que de aprobarse dicho proyecto serían muchos los atacados y perseguidos “sólo por expresar una opinión sobre la agenda que promueven estos partidos. Se usarán criterios subjetivos y a conveniencia de quienes apliquen la ley”.
Los diputados evangélicos advierten que “este tipo de leyes existen en países como Venezuela y Nicaragua, y se utilizan para silenciar oponentes políticos. Aprobarla, en su estado actual, sería un paso hacia el totalitarismo y no nos parece sensato que un Estado tenga tanto poder, sea cual sea el partido de gobierno”.
Alvarado agregó: “si un ‘progresista’ califica a un conservador como retrógrada, homofóbico, medieval, etc., eso es libertad de expresión; pero si ese conservador dice ‘no al aborto’ o ‘no al matrimonio homosexual’, eso es odio. Si las feministas pintan iglesias con insultos, están defendiendo sus derechos; pero si alguien, creyente o no, se opone a la ideología de género, su discurso es de odio”.
El líder político cristiano recordó el caso de un reciente fallo de la Sala Constitucional costarricense sobre la camiseta de la “virgen abortera”, elaborada por estudiantes de la Universidad de Costa Rica, calificada como libertad de expresión. “Habría que ver qué hubiese pasado si la camiseta la hubiera hecho un grupo religioso en contra del aborto” cuestionó Alvarado.
Mediante un comunicado de prensa, Nueva República asegura que el proyecto promueve la persecución religiosa.
“Los legisladores de Nueva República coincidieron en catalogar de ‘totalitarias’ las figuras penales creadas en este proyecto”, lee el comunicado. “Por ejemplo la llamada ‘pertenencia a organizaciones de odio’, que pretende sancionar a los miembros de iglesias o asociaciones si las posiciones políticas o religiosas de sus líderes son interpretadas como ‘de odio’.
Los legisladores cristianos además, “objetan la intención de regular a los periodistas en cuanto a la forma de enfocar las noticias relacionadas con los temas del proyecto”.
En Nueva República señalan que el artículo 2 del proyecto, le daría al Estado la potestad de disolver asociaciones u organizaciones civiles, sindicatos, cerrar iglesias, escuelas, colegios o universidades privadas, y hasta suprimir partidos políticos, por razones ideológicas.
“Esto tiene roces constitucionales, pues le daría al Ejecutivo la posibilidad de interpretar y limitar el ejercicio de libertades fundamentales”, aseguran los diputados evangélicos.
Fabricio Alvarado advierte: “lo vengo diciendo desde hace 5 años: desde que entró el PAC [Partido Acción Ciudadana] al poder, este partido y sus aliados, pretenden imponer una mordaza a quienes nos opongamos a su agenda”.